Las enfermedades inflamatorias intestinales (EII), como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, son trastornos crónicos que afectan el tracto digestivo. La alimentación juega un papel crucial en la gestión de estas enfermedades, ayudando a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida. Un nutricionista especializado en salud digestiva puede diseñar un plan de alimentación personalizado que ayude a controlar la enfermedad inflamatoria y prevenir brotes.
¿Cómo influye la dieta en la enfermedad inflamatoria?
Aunque la dieta no es la causa de las enfermedades inflamatorias intestinales, los alimentos pueden desencadenar síntomas o empeorar los brotes. Durante un episodio activo, es importante reducir los alimentos que irritan el intestino, mientras que en períodos de remisión, se debe promover una dieta equilibrada que apoye la salud intestinal y general.
Alimentos a evitar durante un brote
Durante los brotes, es importante evitar alimentos que puedan agravar la inflamación o causar malestar, tales como:
- Alimentos ricos en fibra insoluble: Como cereales integrales y vegetales crudos. Pueden irritar el intestino durante los brotes.
- Grasas y alimentos fritos: Pueden ser difíciles de digerir y empeorar los síntomas.
- Lácteos: Algunas personas con EII son intolerantes a la lactosa, lo que puede aumentar los síntomas gastrointestinales.
Alimentos recomendados durante la remisión
En períodos de remisión, es crucial mantener una dieta rica en nutrientes que favorezca la salud intestinal:
- Proteínas magras: Como pollo, pescado y huevos o legumbres en caso de alimentación vegetariana o vegana.
- Carbohidratos fáciles de digerir: Como arroz blanco, papas y pan blanco.
- Grasas saludables: Aceite de oliva, palta y frutos secos en cantidades moderadas.
La importancia de la personalización en la dieta si sufre una enfermedad inflamatoria
Dado que las EII varían en gravedad y síntomas de una persona a otra, es vital trabajar con un nutricionista especializado para crear un plan personalizado que se adapte a las necesidades individuales. Esto incluye ajustar la dieta durante los brotes y en la remisión, asegurando que se eviten deficiencias nutricionales y se promueva la salud digestiva.
Manejar las enfermedades inflamatorias intestinales mediante la alimentación es una estrategia clave para mejorar la calidad de vida y controlar los síntomas. Consultar con un nutricionista puede ayudarte a obtener un plan nutricional que se ajuste a tus necesidades, promoviendo la salud a largo plazo y ayudando a prevenir los brotes.
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Lic. Lorena Ernst – Nutricionista online en Montevideo, Uruguay.